martes, 3 de febrero de 2015

Un cociente intelectual de 130 no significa nada



Lleva años diagnosticando y tratando los problemas que provoca el exceso de inteligencia en la infancia. Tras pasar por su consulta muchos niños con dificultades por este motivo, se dio cuenta de que sus padres habían tenido los mismos problemas que sus hijos y no sólo eso, sino que décadas después seguían arrastrando un desajuste con su entorno. Por eso, la psicoterapeuta Jeanne Siaud-Facchin, una de las principales expertas en este campo, se decidió a escribir ¿Demasiado inteligente para ser feliz? (Paidós), un libro en el que analiza el día a día de los adultos superdotados, las herramientas para realizar un diagnóstico correcto y algunos trucos para que la inteligencia sea un buen aliado. Autora también de Cómo la meditación cambió mi vida, reconoce que llegó a ésta a la par que trataba a sus pacientes, herramienta que aprovechó para serenar la mente de las personas superdotadas: “su cabeza siempre está activa, del pasado al presente y de este al futuro. Nunca paran. La meditación les viene bien porque les ayuda a parar y a vivir el momento, a serenarse”…

No hay comentarios:

Publicar un comentario